Dilo y tal vez lo recuerden, Escribelo y si lo olvidan volverán a leerte.

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jueves, 6 de junio de 2013

Camina sin mí

Camina sin mí
Rosario del Carmen Flores Vallejo

En Etiopía se llevó a cabo la denominada Operación Moisés,  la cual tenía como fin rescatar a los africanos que profesaran la religión judía para llevarlos de nuevo a Israel y fueran libres de profesar su religión ahí. Camina sin mí, es el título cinematográfico que cuenta una historia con un final realmente digno de ser contado.
En uno de los campamentos a los que acuden los camiones de esta operación se encontraba la mamá de Shlomo. Ella, para que su hijo tuviera una esperanza de vida le ordena se vaya con esa caravana por lo que tiene que ocultar que su fe es la cristiana y convertirse al judaísmo callando con esto un secreto con el que vivirá la mayor parte de su vida.


Shlomo tuvo que mentir para obedecer a su madre, vivir y como le dijo ella:
“no volver hasta que fuera
digno de ser”.
¿Tendría alguna justificación moral este acto maternal? En realidad sí. La búsqueda de la supervivencia y una mejor calidad de vida siempre motivan al hombre. Claro no es admisible decir que el fin justifica los medios (ni el hecho de mentir); sin embargo, todos merecemos vivir mejor y tenemos la constante necesidad y avidez de hacerlo día con día.
 Basados en el punto anterior,  puede haber cientos tal vez miles de justificaciones, hay que recordar que tan variante es la moral práctica como el número de personas en el mundo.
Podría ser que ella busque una mejor vida para su hijo y lo entregue por necesidad o que simplemente sea una madre joven que quiere procurar un mejor destino al que tendría el niño con ella.
Cabe decir que estas serían  meras suposiciones ya que el futuro como las cartas aunque se tenga todo a favor o en contra no se sabe qué jugada nos depara la siguiente mano.
La mamá, cuando dice al niño “Sé digno de ser” según mi punto de vista, se refiere a que él, como hombre, debe hacerse merecedor del mismo regalo de vivir que le está concediendo su madre. Y cómo hacerse merecedor de este presente más que aprovechando y explotando lo que le da su madre y su familia adoptiva, la oportunidad de vivir soñar y trabajar por ello.



https://www.youtube.com/watch?v=dnYZODEUfIA



¿Los negros y blancos son iguales ante Dios?

Cuando el debate en el templo judío utiliza a Adán el cual según la Tora fue creado por Dios de la arcilla, la tierra. La raíz del nombre de Adán que en hebreo significa ADOME esta palabra al mismo tiempo significa rojo (el color de la arcilla) es así  que se puede concluir que Adán no era ni blanco ni negro, sino rojo como la arcilla de la que fue creado.
Ciertamente como seres sociales los hombres necesitan de una sociedad para desarrollar al máximo no sólo sus capacidades intelectuales sino el “ser” mismo. Sin embargo, en las sociedades contemporáneas en las que deberíamos coexistir entre iguales es cada vez más difícil encontrar un marco de referencia que nos indique como se puede lograr esto: convivir. El ser humano es un ser político esto etimológicamente hablando nos da a entender que proviene y depende de la sociedad, del mismo modo que esta depende del hombre para evolucionar; es por eso que dependemos de las relaciones sociales que establezcamos por ello somos el perfecto paradigma de la conectividad.
Pero el individualismo que nos acecha día con día no nos permite reconocer que desde el momento en que nacemos estamos afectados por cada una de las decisiones “individuales” de nuestros congéneres. Nada podríamos concretar si no tuviéramos en cuenta la necesidad de ser empáticos con los problemas de nuestra sociedad y no sólo eso, también ayudar a resolverlos.
Estamos hechos a base de incontables y asombrosas conexiones, y vivimos enlazados con el mundo que nos rodea. Nuestra conectividad es evidente en las situaciones de peleas o conflictos (porque siempre tratamos de resolverlos) en la cohesión entre el cuerpo y la mente y en la aptitud para intercambiar mensajes con el entorno y sus ocupantes. Precisamente, la característica que de verdad nos distingue del resto de los compañeros del reino animal es olvidar la apatía y hacer florecer nuestra extraordinaria capacidad para comunicarnos entre nosotros, relacionarnos y convivir en la intimidad.


Caminaron Madre e Hijo Bajo la misma luna. Nunca estuvieron solos.


Rosario del Carmen Flores Vallejo

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