Dilo y tal vez lo recuerden, Escribelo y si lo olvidan volverán a leerte.

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miércoles, 4 de junio de 2014

“Ensayo sobre el uso de animales de experimentación en la evaluación de la toxicidad de agentes químicos.”

Lucerotonín fue un ratón parte de un estudio para la síntesis de Serotonina (un neurotransmisor involucrado en procesos que regulan el sueño, la temperatura corporal, el humor, el vómito, la sexualidad, y el apetito). La baja concentración de este compuesto en el cerebro, está relacionado directamente con síntomas de depresión, ira y agresión, entre muchos otros. De ahí la importancia de producirla sintéticamente. Al igual que Lucerotonín, muchos otros animales son usados en las pruebas de laboratorio para mejorar la calidad de vida de los seres humanos. Sin embargo los datos históricos sobre el uso indiscriminado de animales en el laboratorio, aunado a los grupos y paginas sensacionalistas, no permiten ver los avances que se han generado con la legislación Bioética al respecto de su uso. Reducir, reemplazar y refinar son algunas de las buenas prácticas que se sugieren cuando se requiera usar animales, ya sean ranas, monos cuyos, conejos o ratones como Lucerotonin. Así al la evaluación y/o producción de compuestos de interés para el ser humano, puede continuar de una manera respetuosa con los derechos de los animales usar los métodos indicados y cantidades precisas para la evaluación científica.

 Por: Rosario del Carmen Flores Vallejo.

Por la investigación realizada sobre el uso de animales de experimentación en la evaluación de la toxicidad de agentes químicos, es un hecho que muchos de los productos derivados de la Investigación farmacéutica (desde antibióticos, vacunas, hormonas, protocolos de cirugía, transplantes, entre muchos más beneficios), de los que hoy en día goza la humanidad para el cuidado y mantenimiento de su salud, deben su existencia a los avances y descubrimientos en la ciencia hechos a partir del S. X1X con la experimentación con animales (Research Defense society, 2008). 

Sin embargo, desde esos tiempos y hasta  nuestros días, a pesar de que los beneficios que tiene la experimentación con animales son más que evidentes en los 3 rubros principales de las Ciencias de la Vida: Industria Farmacéutica (Investigación Aplicada), para la docencia en ciencias básicas (Investigación Básica) o para Análisis de Prueba de productos potencialmente tóxicos, han existido diferentes controversias al respecto del uso de éste tipo de pruebas promovidas por diferentes movimientos sociales que luchan por eliminar este tipo de prácticas de análisis científico.

Las posturas de dichos grupos ante la experimentación animal caen en general en 2 vertientes: Moderadas o Agresivas en los diferentes grupos activistas. Por un lado están los grupos sociales con posturas moderadas, que son movimientos pro derechos animales “comunes” como: “People for the ethical treatment of the animals” (PETA), “Peter Singer y Animal liberation” o el “Animal liberation front (ALF), los cuales utilizan argumentos que tratan de homologar al hombre y los animales apoyados en una consideración meramente intuitiva, afectiva y exageradamente emocional. Mientras que por otra parte están grupos fundamentados en argumentos agresivos, usados por algunos de los grupos sociales y  mayoritariamente por grupos de científicos en investigación, que plantean que los animales no son hombres y, por tanto, los experimentos realizados sobre animales no son extrapolables al hombre. Ambas posturas poseen un sesgo visceral y pasan por alto los resultados empíricos de la experimentación con animales. Puesto que los primeros argumentan que los animales están siendo tratados de manera “inhumana”, término que generalmente es aplicado considerando el grado de empatía o cercanía que el público tenga con la especie del animal en cuestión. 

Por ejemplo, si el espécimen usado fuera un perro o un mono y no una rana o ratón; ahora el animal de experimentación que está siendo sometido al método tradicional de decapitación está siendo tratado de manera “inhumana”. Mismo que por recibir mucha más atención y compasión de la audiencia general será dejado en libertad. Es por esto que el argumento sobre un “trato justo”, se vuelve un término bastante subjetivo e imparcial para defender la terminación de pruebas en animales. La segunda postura está en lo correcto al decir que el funcionamiento y la respuesta del organismo de los animales en los que se hace la experimentación no es de ninguna manera equiparable a la que presentará el cuerpo humano. Aun así, la metodología y los resultados obtenidos en una validación a posteriori en humanos considerando los datos obtenidos en el modelo animal son prueba de que hasta ahora, a pesar de que ambos sistemas biológicos no son iguales, si pueden ser equiparables para extrapolar la respuesta de uno en otro. Y es por eso que hasta la fecha que la aplicación de la experimentación en animales sigue siendo uno de los métodos más confiables de análisis y predicción del comportamiento del cuerpo humano ante cierta alteración de su homeostasis.

Pero a pesar de que las posturas de los diferentes grupos activistas y sectores sociales en general, puedan ser extremas y propagandistas en la mayor parte de las ocasiones. La realidad es que en su movimiento “en contra de la experimentación animal”, yace una un dilema ético que busca estar “a favor de la conservación de la vida de otros seres”. Y por este hecho es que vale la pena reconsiderar ciertas actitudes éticas que distinguen al hombre como: el valorar a la naturaleza, el principio de responsabilidad y sopesar el valor del hombre y el valor de otro ser vivo.

Tomando en cuenta que las prácticas de experimentación en animales han permitido dar a la mayor cantidad de individuos beneficiándolos en la atención a su salud, pero que también dichas prácticas representan un dilema para el ser humano por las implicaciones que tienen éstas prácticas  en cuanto al sufrimiento de otro ser vivo, en el equipo estamos a favor de la experimentación en animales, pero creemos que el cuidado de la integridad de los seres vivos en donde se haga dicha experimentación debe apegarse a las reglamentaciones y normatividad vigentes, buscando : 1) Reemplazar por equivalentes que no empleen animales de ningún tipo: cambiar los animales por otras cosas (Software, simuladores, modelos in vitro, etc.); 2) Reducir el número de animales empleados en la investigación, haciendo un cálculo inverso del número de resultados necesarios para validar las pruebas; y 3)Refinar
las técnicas utilizadas para disminuir el sufrimiento o la ansiedad de los animales empleados en la experimentación, o cambiarlos por una especie por otra con menor capacidad sensitiva en un organismo vivo diferente al del ser humano. Y así llevar mejores prácticas experimentales respetando la vida de los animales usados y beneficiando a la población de los descubrimientos y avances futuros en este campo.

Referencias:

[1] Pardo-Caballos, A. (2005). Ética de la experimentación animal. Directrices legales y éticas contemporáneas. Cuad. Bioét. XVI, 2005/3ª 393-417.  [2] I. A. S. Olsson, P. Robinson & P. Sandøe (2010) in: Handbook of Laboratory Animal Science, Vol. 1, Third Edition: Essential Principles and Practices. J. Hau & S. J. Schapiro (Eds.). Ethics of Animal Research. CRC Press, Taylor & Francis Group. Consultado el 02 de abril del 2014 de: http://www.crcpress.com/product/isbn/9781420084559