Comimos

Un rayo destella por la ventana,
el rojo matiz se revela por la resolana;
Y entre los manteles de blancos de lino
están las huellas carmesí de amor y vino.

La flores han sido cortadas.
Y puestas sobre la mesa, quedan intactas.
Y yace el polen del pistilo
esperando le den bienvenida sus cépalos
a albergar en el cáliz de su nuevo destino.

Los sabores de aquella cocina,
se quedan con huella del guisado;
ahora impregnados en tu vajilla
queda mi amor en los sazones plasmado.

Caliente el estofado,
¡ya estaba todo preparado!
Tantas ganas teníamos de comer...

¡Y comimos!

Tanto tiempo con hambre
hasta que los dos nos saciamos...
y sólo así mitigamos la sed y el hambre
en la cornucopia interminable
de comprensión y cariño.

Paloma de Marsella

RCFV