Estoy enredadera,
de nuevo
tupida de madreselvas
en tu
cabello:
hiedra
dorada que me abraza.
En tus
sábanas acariciándolas de lino,
de seda por
mis piernas desdoblada.
Para adormecerlas
y llevarlas
a la calma.
En tus
somníferos, mortales palabras al alma.
Pero en un
momento acomodo
la cama de
lucidez y fuerza.
Tomo mi
cepillo, cubro mis oídos,
y de nuevo,
de pronto,
soy libre.
Playas de Sitges, España |
No hay comentarios:
Publicar un comentario