Golpe de suerte,
me caigo.
Caída
de
lluvia,
me levanto.
Disparo de nieve,
me caigo.
Lágrima
de
alegría,
me levanto.
De tal modo
caigo y me levanto,
que una es
consecuencia de la otra y viceversa.
Y en el
breve momento de inflexión,
en el punto entre cresta con creces
y valles de depresión.
y valles de depresión.
Cuando sé que no hay más
y que no
hay marcha atrás.
Ese punto de apoyo es el que necesito para mover al
mundo
y continuar.
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